SALA 12 - MUNDO ROMANO

A partir del siglo II a. C, las sociedades indígenas peninsulares se ven inmersas en un profundo proceso de transformación motivado por la conquista romana del territorio, después de los enfrentamientos entre romanos y cartagineses de finales del siglo III a. C. La importancia de la riqueza minera del sureste peninsular explica los esfuerzos de Cartago y Roma por controlar la región por lo que un audiovisual, junto a la exposición de una significativa colección de objetos mineros procedentes de Mazarrón y Cartagena, sirven para conocer más de cerca la trascendencia económica de esta actividad durante el período.

En esta primera parte de la sala, se pueden contemplar materiales del periodo republicano, entre los que llaman especial atención el conjunto de terracotas procedentes de Calvi y el mosaico con inscripción de la Loma de las Herrerías (Mazarrón). La región mantenía intercambios comerciales con las zonas limítrofes y con Roma por lo que la recreación de un barco explica el continuo fluir de actividades comerciales en el Mediterráneo.

La minería y las actividades agrícolas y pesqueras atrajeron colonizadores y comerciantes y propiciaron la aparición de elites, el crecimiento paulatino de los núcleos urbanos y un importante proceso de monumentalización de las ciudades, caso especialmente relevante en la región de Murcia en Cartago nova , ciudad de primer orden en Hispania que ha sido recreada en una maqueta. El crecimiento urbano y las diferencias de riqueza y posición social generaron diversas soluciones arquitectónicas para alojar a la población. La domus, en los núcleos urbanos y la villa en los ámbitos rurales son los modelos característicos del periodo.

En la sala se exhiben elementos de vajilla y ornamentación doméstica con buenos ejemplos de mosaicos y decoración parietal procedentes entre otros yacimientos de la Villa de la Huerta del Paturro en Portmán y de Los Torrejones (Yecla). Otra vitrina exhibe objetos relacionados con la ornamentación personal y la higiene como agujas, ungüentarios de vidrio y amuletos de diversas procedencias. Destacar finalmente el conjunto escultórico consagrado al dispensator Albanus de Mazarrón, el Hércules viandante de Los Torrejones (Yecla), la llamada Pudicitia del Paseo de Las Flores (Cartagena), las hermae encontradas en la calle Monroy de Cartagena y los fragmentos escultóricos procedentes de la villa de la Huerta del Paturro (Portmán). Al final de la sala se exhibe una colección epigráfica de carácter conmemorativo y funerario y las aras de Begastri y Monteagudo.


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